Mojitos'nite all right!

Celebrando el regreso a la vida del Distrito Federal de la peor epidemia de ocio y aburrimiento, mis amigas y yo decidimos ir a bailar al Mojitos bar en la Condechi (weeee). Para empezar el plan no era muy atractivo pour moi por que de verdad, no puedo bailar en pareja ni para salvar mi vida, no me dejo dirigir y no coordino... (quién guste de ver el evidente psicoanálisis: absténgase), en fin, la idea de quedarme en mi casa me resultaba harto terrible por lo que decidí vestirme para la ocasión, vestido blanco y flor en el pelo para el look tropical ;). Y en realidad resultó una noche súper divertida, estuve baile que baile... y sobre todo la presencia de la monumental cubana en el escenario nos dejó estupefactas! que impresión, cómo se mueven los cubanos, llegamos a la conclusión que esos movimientos no pueden explicarse más que la genética, por que mientras que yo soy una caucásica tronquil esta muchacha era una cubanus fogosus, era como ver un accidente, no podías dejar de ver como se movía. Y de ahí surgió la idea de que nos diera una clase, por que con esos movimientos no hay poder que se resista, es la clave a la dominación mundial, no hay manera de decir que no mientras te bailen así. Ah! y como olvidar a Leonel/Noel de Sin Bandera, a quién dirigimos nuestros recién adquiridos conocimientos con el fin de ampliar el anecdotario nocturno. En nuestros vanos intentos de imitar a la cubana de fuego logramos que dos que tres muchachones de para nada buen ver se nos acercaran para bailar, pero como ya había comentado, el baile de pareja no es lo mío por lo que sólo baile con el muchacho que aceptó bailar cada quién en su espacio.

En conclusión vale la pena estar como venado lampareado, sin ninguna restricción o inhibición del yo ante el ello en este hermoso viernes de capital.

Xoxo

M.