lunes, 9 de noviembre de 2009

De abanicos y antenas de celular.

El sábado fui a la boda de Carla, la que fue mi mejor amiga en primaria. La verdad es que nos la pasábamos rebien, ella era como el diablo y le encantaba hacer travesuras y a mi me fascinaba hacerle la segunda. Cuando cumplí trece invité a Carla y a Samantha a mi casa a comer pizza o cualquier otra pendejada puberta, pero acabamos echándole tejazos a los coches desde la barda de mi casa y posteriormente cubetazos con agua y lodo a la gente que pasaba por debajo. La barda es muy alta, como de tres metros, pero tiene una escalera para subir al cuarto de servicio y esa escalera da a la calle, entonces nadie se espera que del cielo caiga una cubeta llena de agua y lodo... La verdad estábamos cagadas de la risa hasta que llegó la policía por que una de nuestras víctimas había sido mi vecina, tons valió madres... yo estaba que me llevaba el carajo y Carla todavía tenía el cinismo de decirme: luego te vas a reir de esto,pero ella se empezó a reir cuando todavía estaba la patrulla fuera.... Total que mi mamá dijo que era abogado y que la madre, y que no nos podía llevar por que éramos menores de edad y bla bla bla.. y cosas como esas varias... Cuando íbamos en sexto de primaria quisimos hacer como una travesura grande, grande como para cerrar el ciclo, y la verdad que no se nos ocurrió otra cosa más que romper la puerta del baño y tirar nuestros trabajos a un barranco. Es agridulce ese sentimiento de acordarte de alguién que fue tan importante en tu vida, que conoció tan bien tus secretos y tus recovecos más extraños y que ahora la vuelvas a ver sólo cuándo se está casando con un wey que tú en la vida has visto. Pero en fin! fue la boda. Fui con toda la familia por que mi mamá y su mamá son mejores amigas. A últimas fechas he adoptado la bonita tradición de echarme shots de tequilas y hacer un conteo de cuántos pudimos retener con el mayor estilo posible. En la de Mari fueron como nueve (más otros brebajes) en la de Ximena el conteo se quedó en dos por que se acabó el chupe y tuve que compensar con otros estupefacientes. En la de Carla yo traía toda la actitud, estaba en la mesa con mi hermana y su novio, mi hermano Alvaro y unos amigos del Mary. Total que conforme pasaba la noche, el gusanito del alcoholismo exigía mi tributo, pero nadie me quería hacer segundas, por lo que opté por chupar sola.. Parisoleando qué le dicen, y cagado por que luego llegó mi mamá y me presentó a una señora que había ido con ella en el Sagrado y me cayó muy bien tons ya quería hacer el mom swap, luego Álvaro y yo empezamos una guerra de golpes, él con la antena de su nextel yo con el abanico, los ánimos se caldearon y si acabé con el brazo todo rojo. Ya a la hora del bailongo con Regina y Chava inventamos un baila extremo, mientras ellos bailaban yo esporádicamente me cruzaba y me tenían que hacer limbo. La verdad es que me la pasé muy bien y vi al primo de Carla, Roberto, que cuándo yo tenía 13 años estaba segura que era el amor de mi vida. Y si sigue muy guapo pero blaaaah.