lunes, 7 de septiembre de 2009

Fue sin querer queriendo

No es que sea mi intención que este blog sea la bitácora de mis pedas, desmadres y depresiones, ustedes perdonarán pero pues las cosas son como son y en este momento de mi vida estoy más que instrospectiva, destructiva. Auto podría ser un mote que encajaría bien a la situación pero vale, que todo es posible. Y es que es eso, creo que es la primera vez que me he permitido explorar sin miedo el lado oscuro que siempre ha estado latentente en mí, y descubrir que lo que tanto pánico me daba en realidad no es tan terrible como siempre pensé. Y creo que ahí radica el peligro. En ver que las cosas no son blancas y negras si no modalidades de grises... pero uno acaba coqueteando con el gris plata y acaba metida hasta las narices en el gris petróleo. Ya me dirán si de plano se ve hasta aquí cuando toque fondo. jo jo jo.
Pues bueno, el sábado fue la boda de una de mis mejores amigas, yo nunca lloro en bodas pero la vi, y se veía tan bonita y tan feliz, además de que se me va a vivir a Nueva York y eso me rompe el corazón. En fin, pues bueno, siendo la boda de una de nuestras mejores amigas, todas nos pusimos a beber como kosakos, incluyéndome, y bien chistoso por que mis papás estaban también invitados, y en eso, cuándo estaba apunto de echarme el séptimo caballito llega mi mamá y me dice: Mari, deja eso, tu no sabes controlar el alcohol.... y yo bueno... y lo dejé y mel y yo empezamos a netear con mi mamá .. yo declarando el amor al mundo y todo bien...
Les voy a ahorrar los detalles, porque luego uno no sabe quién pasa por aquí, y todo lo que uno diga será usado en su contra, sólo puedo decir que probé cosas nuevas y también volví a hacer las mismas madres de siempre por las que me siento culpable.... Pero en fin, creo que es el momento, creo que es lugar y creo que es el orden para vivir lo que estoy viviendo... y todo bien... nada más espero no quedarme estancada así.

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