martes, 10 de marzo de 2009

Os Maldigo parquímetros del mundo!!!

Hoy otra vez, por un descuido, un lapsus brutus de mi mente, olvidé ponerle moneditas al parquimetro. Y hoy otra vez me pusieron la araña, la maldita araña.
Llevo poco viviendo en un lugar tan pero tan infestado de parquímetros, parquímetros por aquí, parquímetros por allá, parquímetros por delante y parquímetros por detrás.
Si tan sólo pudiera yo entender cual es la razón de su existencia, tal vez pagaría yo un poco menos de malas mi ya consabida multa. 281 PESOS. Saben cuántos starbucks son esos? cuántos libros? Cuantos juguitos fresitai??? la respuesta: DEMASIADOS.
Y es que sí, la calle es de todos, por que de repente deciden por cobrarte por estacionarte en un lugar que en buen plan no estorba a nadie y ni siquiera te lo cuidan... si de por si yo ya tengo un pleito casado con los estacionamientos, con los parquímetros para que les cuento...
Y luego ahí están las malditas camionenitas rondando, acechando para ver a quién ya se le pasó un minuto... negocio redondo caray! Debe de ser inconstitucional estoy segura! y si no es debería!
Y todas las veces me peleo con el fulanito de la multas por que estoy segura que cada vez cobran más... y uno con quién se queja, a quién le dice.. oshe estos __________ (inserte su insulto favorito), se pasan!
y como gran final: la historia del parquimetro
En 1930, la ciudad de Oklahoma tuvo un gran expansión económica gracias al petróleo. En apenas 15 años, el condado pasó de tres mil automoviles a tener cerca de medio millón de vehículos circulando por sus carreteras.
La Cámara de Comercio de la ciudad de Oklahoma nombró presidente de la Comisión de Trafico al señor Carl C. Magee, abogado y exitoso hombre de negocios, y le encomendó encontrar alguna solución para resolver el problema de aparcamiento que había en el centro de la ciudad.
Aparentemente, los aparcamientos de la zona comercial estaban siempre ocupados por los vehículos de los trabajadores de las empresas petroleras, que dejaban los autos estacionados ahí todo el día; lo que dificultaba el poder aparcar en esa zona a compradores o visitantes.
La primera medida que tomó el señor Magee fue poner unos agentes que iban marcando con tiza los neumáticos de los vehículos estacionados. Pero la complejidad del sistema hizo que poco después idease una máquina que regulaba el tiempo de estacionamiento de cada vehículo, a la vez que era una nueva vía recaudatoria para el ayuntamiento.
El 16 de julio de 1935 se instalaban los primeros parquímetros. En total 14 a lo largo de 175 metros. Visto el éxito, en poco tiempo todo el centro estaba cubierto por estos aparatos.
El diario The Oklahoma News, propiedad del mismo Magee, publicó ante el inminente estreno de los parquímetros cosas como: "Este aparato trata a todos por igual” “No conoce a los favoritos” “Al público le gusta".
Pero no tardó en convertirse en un invento impopular y odiado por muchos ciudadanos, que se ensañaron de forma vandálica con los elementos que les privaban de estacionar libre y gratuitamente en el centro de la ciudad.

1 comentario:

  1. Entre viene-vienes y parquimetros, mejor transporte publico de menos sale mas barato que la estacionada y gasolina.

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